Las cifras publicadas sobre el despilfarro de alimentos en nuestro planeta son sobrecogedoras, llegando a alcanzar un desaprovechamiento del 33% respecto a los alimentos producidos.
Mientras que en los países en vías de desarrollo las mayores pérdidas de alimentos se dan durante el proceso de producción agrícola, en los países desarrollados estas pérdidas recaen en gran parte en el consumidor final.
La compra en exceso, la falta de planificación cuando vamos al supermercado y la reacción exagerada a las fechas de consumo preferente de muchos alimentos destacan como principales causas de que los alimentos terminen en la basura.
Pequeños cambios de todos pueden ayudar a cambiar esto, planificarnos antes de ir a comprar, llevarnos las sobras a casa cuando comemos fuera o aprovechar al máximo los alimentos, como los vegetales, sin desechar tallos, semillas u hojas, como ya hacen grandes cocineros.
Además, cada vez existen más aplicaciones que nos ayudan a planificar la compra y la elaboración de menús semanales para comprar lo justo, o las que ponen en contacto a vecinos para que compartan alimentos que de otra forma no van a ser consumidos.
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