El consumo colaborativo conlleva una nueva forma de pensar y de consumir diferente a la que estamos acostumbrados. Antes de comprarnos algo, podemos pararnos a pensar si realmente lo necesitamos, si vamos a darle un uso habitual. Si no es así, quizás sería mejor optar por otras alternativas como puede ser el alquiler puntual.
Existen plataformas que ponen en contacto a personas dispuestas a alquilar algunas de sus pertenencias, como pueden ser unos esquís, un taladro o una bici, y aquellos que lo necesitan puntualmente y creen que no les merece la pena un desembolso de dinero grande para cosas que apenas usarán. El que alquila gana dinero con objetos que tiene guardado en casa y el que necesita ese objeto de forma puntual, lo encuentra sin necesidad de comprarlo.
Las plataformas generan confianza, ya que ofrecen seguros para el caso de que se produzcan desperfectos y además disponen de las valoraciones que otros usuarios hayan hecho.
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